miércoles, 6 de enero de 2016

Costumbres y tradiciones de Nuevo León

Fiesta de Villaseca, Linares

Linares es un municipio ubicado al oriente del estado, año con año se realiza la fiesta en los meses de
julio y agosto. En esta feria se rendía culto al Cristo de Villaseca y hermanaba a las rancherías y a la población linarense. La capilla estaba enclavada en el corazón de Villaseca; la iniciación de la feria es un ritual que se conserva casi intacto hasta nuestros días.
De acuerdo a la historia en el año de 1540, existió un noble llamado Alonso de Villaseca, rico minero, cristiano fervoroso y de profunda fé, conocido y reconocido por su bondad y enorme caridad hacia los más necesitados. Los cuales daban ferviente testimonio de su desinteresado apoyo comunitario y  manifiesta solidaridad social.
 Don Alonso, era querido en todas las regiones que circundaban todas sus posesiones, por su incondicional amor al prójimo. Mando traer de España, tres hermosos cristos. Enviando uno a Ixmiquilpan y los otros dos a sus minas de real de Zacatecas.
Fallece Don Alonso en 1580, pero se supo que en su testamento, había tenido como última voluntad, entregar uno de los cristos a la iglesia del mineral de la cata en la villa del Real de Minas de Guanajuato; Sin embargo pasaron 38 años sin que su decisión se cumpliera, y es hasta que en el año de 1618, finalmente trajeron al Cristo, conociéndole desde entonces y hasta la fecha como el señor de Villaseca.

Los pobladores le dan un gran sentido de devoción a la celebración religiosa con una alegre procesión, y la llegada de danzantes y esperan con ansia la fiesta popular que viene después.
La fiesta inicia con las riesgosas carreras de caballos, que son muy bien vistas por la gente, los osados jinetes que conducen esos briosos corceles, participan empujados por el orgullo, la necesidad o por revancha. También se realiza un famoso juego que hasta la actualidad sigue intacto, este es el “palo encebado”. En el que los hombres intentan trepar un palo grueso enterrado verticalmente y cubierto de una resbalosa capa de cebo, que impedía a los concursantes llegar a la cima para obtener su premio. Otro juego esperado por los campiranos es la “chiva enterrada”; y consiste en sepultar una chiva viva hasta el cuello, los jinetes se colocan a una distancia considerable y se impulsaba, al acercarse a la chiva con un rápido movimiento se deslizan hacia un costado del caballo para intentar sacar a la chiva enterrada; este concurso se realizaba en un lugar retirado y con suficiente espacio para los jinetes.
Un aspecto que vale la pena mencionar es que en la antigüedad a esta fiesta no asistían los denominados como la “clase alta”, eran principalmente gente humilde la que daba sabor y realce a dicha fiesta linarense.

El día transcurre con alegría y tranquilidad, hasta que cae la noche y el pueblo se dispone a iniciar el baile y la feria. el baile es amenizado por quienes ostentan como principal baluarte de la música linarense: “Los tamborileros”, que son personas extraidas del pueblo que se hacen acompañar por los instrumentos tradicionales de la región, el clarinete y el tambor. 


Anteriormente había un personaje muy pintoresco y popular que ponía ambiente a la fiesta, era una mujer llamada  por la influencia popular “Petra la colorada”. Este sobrenombre se debía a que portaba un atuendo rojo, su popularidad llego a tal grado de que los bailes no comenzaban hasta que Petra la colorada hacia acto de presencia, acto seguido la gente daba inicio al baile que se extendía hasta la madrugada.
Al terminar el baile se daban por terminadas las actividades de ese día en la feria, esperando hasta el día siguiente para continuar con una tradición que ha perdurado a través del tiempo, habiendo conservado casi su esencia original con un toque de espontaneidad. 

viernes, 25 de diciembre de 2015

Costumbres y tradiciones de Nuevo León

Fiesta de la Santa cruz en Villaldama

Villaldama es un municipio que se  localiza en la parte norte del estado; una de
las celebraciones religiosas más populares y conmemoradas en Villaldama es la Fiesta de la Santa Cruz, realizada del 25 de abril al 3 de mayo.
Se cree que la devoción a la cruz en la que murió Cristo llegó a la zona gracias al misionero franciscano fray Antonio Margil de Jesús, quien recorrió a pie este territorio hacia principios del siglo XVIII.
La posible fecha de inicio de esta fiesta fue 1887; en la ermita se celebró la fiesta de la Santa Cruz por los mineros de la localidad, hubo fuegos artificiales y bailes, el regocijo fue completo. 
La cruz de madera se conserva en una ermita arriba de un cerro y durante las festividades es bajada para iniciar un novenario, que culmina el 3 de mayo con una procesión de todo el pueblo para colocarla de nuevo en su lugar.

Durante la procesión se canta el tradicional himno “Venid oh cristianos, la cruz adoremos”; sin dejar de lado a los cientos de danzantes que vienen de las diferentes comunidades.




A un lado de la ermita se construyó una gigantesca cruz de metal, para cuya fundición los habitantes de Villaldama aportaron objetos.


viernes, 11 de diciembre de 2015

Costumbres y tradiciones de Nuevo León

Los chicaleros de Galeana

En el municipio de Galeana, ubicado al Suroeste del Estado de Nuevo León, se ha practicado por más de cien años esta danza.
Es probablemente la fiesta viviente más antigua de Nuevo León, pues sus orígenes se pierden en el tiempo,
pero sus características son indudablemente reminiscencias indígenas. Las danzas se ejecutan dentro del marco de la Semana Santa, en la Laguna de Labradores, a pocos kilómetros de Galeana.
Una semana antes de la semana santa, "el mayor" o "diablo mayor", se encarga de organizar y enlistar a los participantes de la danza y hacen del conocimiento de esto al juez auxiliar, que junto con el "mayor" vigilará, que en esos días, todo se realice en orden.
A la sazón, los chicaleros se disfrazan con atuendos confeccionados con costales de ixtle y usan máscaras de demonios que desde el miércoles, ellos andan por las calles.
La disciplina marcada para los danzantes es que no deben hablar mientras estén vestidos, dicen ellos "para evitar ser reconocidos", inclusive en esos días acostumbran cambiarse de máscara entre ellos por si alguien, por alguna actitud expresada ya los reconoció. El castigo para cualquier desobediencia es el chicotazo.
La "Vieja chicalera",  es un hombre vestido de mujer y que se convierte en el personaje principal; y “el Federico” que es un monigote hecho de trapos relleno de zacate y que se monta en un burro, de preferencia ya viejo, para jugar con él.
Antes de iniciar la danza se preparan colocándose en dos líneas a las que integran a los niños que deben ir bailando con ellos, y si alguno se sale de la fila es perseguido por uno de los viejos y vuelto a integrarse.

El nombre de "Chicaleros", proviene del "Chical", platillo tradicional de cuaresma, elaborado básicamente con el elote macizo que días antes de esta temporada, deshojan y ponen a secar al sol, ya seco lo desgranan, lo remojan y luego lo muelen en el metate o molino de mano; guisan éste añadiendo chile colorado y especies. Cuando los viejos tienen hambre, llegan a cualquier casa a pedir alimento y la gente les convida de este platillo, por ello se les llama así.
Después de comer vuelven a la interpretación de la danza. "La vieja chicalera", anda al centro del montón de viejos, los que le llevan hombres para que bailen con "ella", acto seguido, con señas le piden dinero al bailador. La cooperación es guardada por la vieja; pero si a ésta le gusta uno de los hombres con los que baila, trata de huir con él y la huída se ve interceptada por los chicaleros que siempre la están cuidando.

Otro momento característico de la danza se aprecia cuando se distribuyen todos en círculo, la vieja se coloca al centro y empieza a interpretar algunos movimientos que los viejos repiten, por ejemplo, el sembrar, el tirar la semilla, el pedir que llueva, etc. Todos estos son actos propiciatorios para las buenas cosechas.
El viernes por la tarde es costumbre que los viejos "hurten" algunos objetos que fácilmente pueden ser reconocidos por sus dueños, quienes al percatarse de esto, deben esperar al día siguiente para recuperarlos por una modesta cooperación.
Cabe Mencionar que todo el dinero que se recoge es destinado para pagar la música de la danza y el baile general.
El sábado por la mañana, se organiza la quema del Federico, personaje descrito anteriormente, que después de pasearlo por las calles amarrado en un burro, le prenden fuego a los cohetes que lleva insertados; después de esto se entregan los objetos hurtados el día anterior. Antiguamente se preparaba un verso para cada uno de ellos que se decía al momento de la entrega. La gente comenta que la quema de este personaje representa, el terminar de esta forma con las preocupaciones, problemas y calamidades.

Por la tarde de ese día, llega el momento cumbre de esta manifestación popular, la vieja debe de conseguir novio y además debe de ser del agrado de los padres, es decir, de todos los viejos chicaleros. Durante un largo rato hay varios intentos de fuga, hasta que lo consigue, la vieja se les ha ido, los chicaleros representan actitudes de duelo y tristeza, se hincan, lloran en silencio y suben y bajan ambas manos, "dicen ellos, para pedir perdón por los pecados cometidos". Mientras los chicaleros desarrollan esta escena, hay una comisión que se encarga de vestir a la vieja de novia con ramo y corona.
Después de un momento, hacen la entrada los novios con el aplauso de todos los concurrentes, hace acto de presencia también, un juez ficticio que es el que realiza la ceremonia entre risas y carcajadas, pues la lectura del acta nupcial es muy chusca. Luego se dejan escuchar los chicotazos en el momento que firman los contrayentes.
Más tarde se lleva a cabo un jaripeo en el que los viejos, ya sin la máscara, montan a algunas vaquillas, toros o becerros y por la noche se realiza un gran baile para todo el ejido, celebrando de esta manera el final de la danza y la apertura de la gloria.

La descripción de la indumentaria de los viejos es la siguiente: Pantalón y camisa de uso común; encima de esta ropa colocan costales de ixtle en el torso, brazos y piernas, los que sujetan al cuerpo con mecate alrededor de las partes mencionadas; cubren su cabeza con una mascada o paliacate y se colocan sobre su
cara una máscara que originalmente confeccionaban con pieles de animales como venado, borrego, chivo o conejo y colocan los cuernos de algunos de éstos animales, antiguamente las había también talladas en madera y pintadas, también se aprecian algunas otras de lámina representando la "cara del chamuco". Calzan generalmente botas. Portan en su mano derecha un chicote que deben saber usar pues hay que sacarle el sonido que provoca la pajuela que por lo común está hecha con ixtle de maguey y que confeccionan ellos mismos; comentan que consideran el mejor chicalero al que truena más fuerte la pajuela.
La vieja, es uno de los mismos danzantes que se viste con ropa común de mujer, peluca, bolsa, medias de popotillo, huaraches y lo más característico es la máscara que tradicionalmente es una caja de cartón blanca sobre la que se hacen los orificios de los ojos y la boca, le pintan pestañas, cejas, nariz, labios y mejillas de color rojo.


Los instrumentos que acompañan la danza son acordeón de botones y guitarra o bajo sexto. Esta es una fiesta en la que participa toda la comunidad, que ansía la llegada de estos días para divertirse y compartir con propios y visitantes, su querida tradición.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Costumbres y tradiciones de Nuevo León

La quema de la candelilla en Higueras

Higueras es una pequeña cabecera municipal ubicada al norte del estado de Nuevo León que vive
apaciblemente durante casi todo el año pero en fechas especiales, las rutinas se alteran. Durante la octava de la Virgen de Guadalupe la cotidianidad se ve trastocada sobremanera, y más aún en la víspera del 12 de diciembre, cuando se celebra la muy singular y tradicional fiesta de la Candelilla.
La candelilla es una planta herbácea que pertenece a la familia de las Euforbiáceas y crece de manera silvestre en las zonas semidesérticas del norte y noreste del país. Aquí en la región de Higueras solamente la utilizan para esta fiesta en particulares, alcanza hasta metro y medio de altura, tallo color rosado, hojas pequeñas y cerosas.


La preparación de este festejo es un ritual que se inicia días antes del 11 de diciembre, los habitantes acuden en familia a las lomas cercanas al pueblo, a cortar las ramas de un arbusto denominado candelilla. Para esta celebración se hacen varias pilas de ramas de candelilla, de aproximadamente dos metros de alto cada una, tanto enfrente de la iglesia como en las calles aledañas; de acuerdo con los lugareños, existe un rito específico para traer las ramas de esta planta previo a la festividad.
En primera instancia, la persona normalmente hombres tiene que ir a los cerros a cortar la candelilla y cargarla en sus hombros hasta regresar caminando al pueblo, a guisa de penitencia. Hay que trozarla con las manos o con los pies, jamás con machete o cualquier herramienta cortante porque, según la tradición, si así lo hacen no arderá en la noche de la fiesta. Sin embargo, hay quienes argumentan que esto es una simple creencia aunque, de todos modos, y por si acaso, prefieren mantener la costumbre de cortarla con sus manos y cargarla en sus espaldas y nunca en vehículos motorizados, carretas o lomo de bestia.


Cada familia dona una porción de candelilla a la iglesia. En el atrio de la misma y en las banquetas de cada casa se edifican gavillas con las ramas colectadas.
El día once por la mañana el festejo da inicio con la Carrera Tradicional de la Rosa, donde los jóvenes de los municipios vecinos participan en carrera de relevos llevando una rosa de plata, la cual se deposita en el altar de la iglesia de Guadalupe.
Por la tarde acuden cientos de matachines que danzan en honor a la virgen. Para la ocasión viene el obispo de Monterrey; ya que esta es una fiesta de gran relevancia. Los clérigos se preparan para entrar; pero un grupo de matachines, compuesto exclusivamente por mujeres, con una danza les va abriendo paso entre la multitud. Minutos después inicia la solemne misa. Una hora más tarde, a eso de las nueve, la misa concluye. Toda la gente sale del templo, detrás de los matachines y los sacerdotes. Ya en la calle, el obispo bendice las pilas de candelilla, también llamadas luminarias, una por una con agua bendita mientras las campanas repican
sin cesar, posteriormente las encienden sin necesidad de utilizar combustibles, ya que las plantas contienen cera, el momento cumbre ha llegado: la quema de la candelilla.
En unos minutos las luminarias se convierten en brasas, y los fuegos artificiales iluminan el cielo, se enciende el castillo de pólvora mientras los danzantes comienzan a retirarse.
En la plaza principal se instalan juegos mecánicos y se expenden toda clase de antojitos y platillos norteños condimentados con orégano, dulces de leche, cabrito, fritada y los famosos empalmes. La música no se hace esperar y la plaza repleta de gente espera el baile popular con grupos norteños y fara fara.

En punto de las doce el pueblo se reúne nuevamente en torno a la iglesia para cantar las mañanitas a Nuestra Señora de Guadalupe, las personas elevan sus oraciones y dan su agradecimiento. El baile se extiende hasta la madrugada.




sábado, 21 de noviembre de 2015

Indumentarias tradicionales de Nuevo León

Indumentaria típica de la región de Linares

Esta aportación se debe al intelectual y laureado folklorista linarense Don Pablo Saice Arredondo. En la indumentaria de la clase media y aristócrata observamos el señorío europeo.

La blusa: es de corte tipo “kazabaica” con faldón pordeado de corte francés, formando escarola en el cuello; las mangas formando amplios abullonados en dos secciones con remate de volante con terminación también de encaje francés.

La falda: de confección amplia casi circular lleva dos olanes sobrepuestos que están sumamente plisados o tabloneados. Se acostumbraban sedas, tafetas y rasos en colores muy pastel y de preferencia en blanco, aperlado o color ostión


Calzado, accesorios: usaban fino botín de botones y el clásico choclo pero forrado de raso, también usaban abanicos de encaje con bordados hechos a mano.

El peinado: eran muy afectas a enchinarse el frente, o se formaban ondas y recogiendo el cabello hacia atrás, formaban artísticamente algunos “bucles” que les caían graciosamente a un lado del cuello, se adornaban con joyas de oro y coral finamente trabajadas; usaban machotes y horquillas de carey con adornos de pedrería, las mujeres de clase media solo usaban pequeños tocados de florecillas.

Atuendo del varón: el hombre ranchero y el rico hacendado usaban camisas de finas telas con botones de concha, pantalón de corte ranchero semejante al que actualmente llaman “caporal”, además de un chaquetín también de corte vaquero con bolsas de corte diagonal al frente, con bata en la parte superior y se abotonaba con tarugos. Este chaquetín se usaba muy ajustado  y llevaban una mascada en el cuello; la tela en la que se confeccionaba era fina gabardina, paño o casimir y era su lujo la texana (sombrero) de fieltro fino. Completaban su indumentaria con fino botín de corte ranchero de punta redondeada de cuero o gamuza.


Es indiscutible la limitada información que se puede recopilar sobre bailes que ya están en desuso (a diferencia de los ritmos que aún están vivos) y aunque es muy valiosa la información que nos dejó el profesor Jesús Daniel Andrade González, también encontramos trabajos que realizan los maestros de danza de nuestros días, inyectados con una buena dosis de creatividad e innovación y en muchos casos, seguramente, con nueva información digna de creerse; lo que puede resultar complejo es lograr discernir la información para encontrar la diferencia entre lo tradicional y lo creativo en el caso de los bailes de la región central de Nuevo León.



Danzas tradicionales de Nuevo León

Danza de Caballitos 

Esta Danza se baila el 4 de Octubre y el 12 de Diciembre en honor de San Francisco de Asis y de la Vírgen de Guadalupe respectivamente; también en las ferias de Aramberri y Zaragoza, y en algunos ejidos de estos dos municipios.


El motivo es completamente religioso y la tradición data de principios del siglo, sólo que se perdió por un tiempo y desde hace aproximadamente cuarenta años volió a resurgír.
En la danza participan veintiseis danzantes: trece hombres de a pie y trece caballitos, además, un torito, una mula, la Malinche, representada por una niña vestida de blanco y el viejo de la danza.
La interpretación se realiza apareciendo primero los trece danzantes de a pie, ataviados con pantalón de uso común de color obscuro, camisa blanca, un paliacate rojo que colocan en la cintura a manera de delantal, en la mano llevan sonaja y sobre la cabeza, una corona adornada con flores y espejos.
El viejo de la danza, mientras, se encarga de divertir a los niños con su máscara, su chicote y su inseparable muñeca.
Enseguida hacen su entrada los caballitos, la mula y el torito, llevando sus respectivos capitanes que marcan las "pisadas", las vueltas, el trote y el tiempo para cruzar.
El momento más interesante de la danza, es cuando todos los danzantes "se toman de la mano unidos por un machete, y dando vueltas simulan un corral", encerrando al torito que ataca a los caballitos tratando de salir.
La música está compuesta por varios sones que son interpretados por violín y tambora, o violín y guitarra.


Indumentaria de la danza de caballitos

El vestuario de los caballitos es como se describe: Forman una armazón de carrizo que luego cubren con una tela para simular la cabalgura, la adornan con espejos de estrellita, bandas de papel crepé o de papel de china, fundas de cojines bordados, servilletas bordadas con orilla de gancho, cuelgan guajes y escobetillas de ixtle. Lo más atractivo de la indumentaria es la cabeza del caballito que es tallada en madera de madroño, o de preferencia en "quiote", la que posteriormente pintan al gusto del danzante, portan una reata que utilizan para lazar al viejo cuando se acerca con la intención de "robarles" la carga que llevan atrás. El caballito es confeccionado por una "madrina" que buscan antes de la fecha que se interpretará. Llevan sobre la cabeza un sombrero de palma que adornan con flores de brillantes colores.



martes, 10 de noviembre de 2015

Danzas tradicionales de Nuevo León

Danza de Palma        

Esta es una danza mestiza en la que se aprecian la conjugación de elementos indígenas y europeos y surge en el tiempo de la colonia. El motivo por el cual se interpreta es religioso.
Se baila para la Virgen de Guadalupe desde el día 11 de diciembre por la noche para amanecer el día 12 y bailar todo el día hasta por la tarde.
En la danza participan tanto hombres como mujeres y no hay un número determinado de danzantes. Destacan como personajes: un monarca, cuatro capitanes que van en los extremos de las dos hileras formadas por los danzantes y varios viejos de la danza.
La actitud que se observa durante su interpretación es altiva y elegante, además de la disciplina marcada por el movimiento de la palma, que según la dirección que lleve, indica la realización de las partes de la danza.

Entre los sones más tradicionales se mencionan: La Cruz, La Viborita, La Corona y el Son de la Granada.
Antes de terminar la danza y dar el movimiento ritual de despedida, se interpreta el Son de la Granada, para el que se utiliza un gran mástil de 3 a 4 metros de largo aproximadamente.
En la parte superior del mástil colocan un pedazo de madera cortado en círculo con un diámetro entre 20 a 40 centímetros y sobre él, una granada hecha de lámina y cortada en cinco gajos, la cual guarda en su interior confeti y varias palomas blancas que son libradas al finalizar este son. Del círculo de madera se amarran listones de 3.5 metros y que servirán para que los danzantes elaboren un tejido danzando y cruzando alrededor del palo.
Esta danza es acompañada por violín y un tambor.


Indumentaria de la danza de palma




El vestuario lo conforman varias partes: Camisa y calzón corto confeccionados en satín de pecho, bordado con lentejuela, medias de popotillo color marquesote o rosa; una capa confeccionada en satín o terciopelo con aplicaciones de listón y encaje formando figuras entre las que destacan las estrellas, cruces, animales y algunas otras geométricas, las bordan con lentejuela y canutillo, la orilla de la capa, la adornan con fleco de artisela o galón dorado, un gran corazón sobrepuesto en el pecho, portan sobre la cabeza una majestuosa corona hecha de lámina y adornada con flores, papel metálico, piedras brillantes de colores, espejos y plumas de pavo real o avestruz, con listones largos colgando atrás.
Portan en la mano derecha una sonaja de lámina que portaban hacia arriba y en la izquierda, la palma hecha de varas o carrizo y adornada con plumas de pavo o papel de china de colores. Calzan zapatos.