Los
chicaleros de Galeana
En el municipio de Galeana, ubicado al Suroeste del
Estado de Nuevo León, se ha practicado por más de cien años esta danza.
Es probablemente la fiesta viviente más antigua de Nuevo
León, pues sus orígenes se pierden en el tiempo,
pero sus características son
indudablemente reminiscencias indígenas. Las danzas se ejecutan dentro del
marco de la Semana Santa, en la Laguna de Labradores, a pocos kilómetros de
Galeana.
Una semana antes de la semana santa, "el mayor"
o "diablo mayor", se encarga de organizar y enlistar a los
participantes de la danza y hacen del conocimiento de esto al juez auxiliar,
que junto con el "mayor" vigilará, que en esos días, todo se realice
en orden.
A la sazón, los chicaleros se disfrazan con atuendos
confeccionados con costales de ixtle y usan máscaras de demonios que desde el
miércoles, ellos andan por las calles.
La disciplina marcada para los danzantes es que no deben
hablar mientras estén vestidos, dicen ellos "para evitar ser
reconocidos", inclusive en esos días acostumbran cambiarse de máscara
entre ellos por si alguien, por alguna actitud expresada ya los reconoció. El
castigo para cualquier desobediencia es el chicotazo.
La "Vieja chicalera", es un hombre vestido de mujer y que se
convierte en el personaje principal; y “el Federico” que es un monigote hecho
de trapos relleno de zacate y que se monta en un burro, de preferencia ya
viejo, para jugar con él.
Antes de iniciar la danza se preparan colocándose en dos
líneas a las que integran a los niños que deben ir bailando con ellos, y si
alguno se sale de la fila es perseguido por uno de los viejos y vuelto a
integrarse.
El nombre de "Chicaleros", proviene del
"Chical", platillo tradicional de cuaresma, elaborado básicamente con
el elote macizo que días antes de esta temporada, deshojan y ponen a secar al
sol, ya seco lo desgranan, lo remojan y luego lo muelen en el metate o molino
de mano; guisan éste añadiendo chile colorado y especies. Cuando los viejos
tienen hambre, llegan a cualquier casa a pedir alimento y la gente les convida
de este platillo, por ello se les llama así.
Después de comer vuelven a la interpretación de la danza.
"La vieja chicalera", anda al centro del montón de viejos, los que le
llevan hombres para que bailen con "ella", acto seguido, con señas le
piden dinero al bailador. La cooperación es guardada por la vieja; pero si a
ésta le gusta uno de los hombres con los que baila, trata de huir con él y la
huída se ve interceptada por los chicaleros que siempre la están cuidando.
Otro momento característico de la danza se aprecia cuando
se distribuyen todos en círculo, la vieja se coloca al centro y empieza a
interpretar algunos movimientos que los viejos repiten, por ejemplo, el
sembrar, el tirar la semilla, el pedir que llueva, etc. Todos estos son actos
propiciatorios para las buenas cosechas.
El viernes por la tarde es costumbre que los viejos
"hurten" algunos objetos que fácilmente pueden ser reconocidos por
sus dueños, quienes al percatarse de esto, deben esperar al día siguiente para
recuperarlos por una modesta cooperación.
Cabe Mencionar que todo el dinero que se recoge es
destinado para pagar la música de la danza y el baile general.
El sábado por la mañana, se organiza la quema del
Federico, personaje descrito anteriormente, que después de pasearlo por las
calles amarrado en un burro, le prenden fuego a los cohetes que lleva
insertados; después de esto se entregan los objetos hurtados el día anterior.
Antiguamente se preparaba un verso para cada uno de ellos que se decía al
momento de la entrega. La gente comenta que la quema de este personaje
representa, el terminar de esta forma con las preocupaciones, problemas y
calamidades.
Por la tarde de ese día, llega el momento cumbre de esta
manifestación popular, la vieja debe de conseguir novio y además debe de ser
del agrado de los padres, es decir, de todos los viejos chicaleros. Durante un
largo rato hay varios intentos de fuga, hasta que lo consigue, la vieja se les
ha ido, los chicaleros representan actitudes de duelo y tristeza, se hincan,
lloran en silencio y suben y bajan ambas manos, "dicen ellos, para pedir
perdón por los pecados cometidos". Mientras los chicaleros desarrollan
esta escena, hay una comisión que se encarga de vestir a la vieja de novia con
ramo y corona.
Después de un momento, hacen la entrada los novios con el
aplauso de todos los concurrentes, hace acto de presencia también, un juez
ficticio que es el que realiza la ceremonia entre risas y carcajadas, pues la
lectura del acta nupcial es muy chusca. Luego se dejan escuchar los chicotazos
en el momento que firman los contrayentes.
Más tarde se lleva a cabo un jaripeo en el que los
viejos, ya sin la máscara, montan a algunas vaquillas, toros o becerros y por
la noche se realiza un gran baile para todo el ejido, celebrando de esta manera
el final de la danza y la apertura de la gloria.
La descripción de la indumentaria de los viejos es la
siguiente: Pantalón y camisa de uso común; encima de esta ropa colocan costales
de ixtle en el torso, brazos y piernas, los que sujetan al cuerpo con mecate
alrededor de las partes mencionadas; cubren su cabeza con una mascada o
paliacate y se colocan sobre su
cara una máscara que originalmente
confeccionaban con pieles de animales como venado, borrego, chivo o conejo y
colocan los cuernos de algunos de éstos animales, antiguamente las había también
talladas en madera y pintadas, también se aprecian algunas otras de lámina
representando la "cara del chamuco". Calzan generalmente botas.
Portan en su mano derecha un chicote que deben saber usar pues hay que sacarle
el sonido que provoca la pajuela que por lo común está hecha con ixtle de
maguey y que confeccionan ellos mismos; comentan que consideran el mejor
chicalero al que truena más fuerte la pajuela.
La vieja, es uno de los mismos danzantes que se viste con
ropa común de mujer, peluca, bolsa, medias de popotillo, huaraches y lo más
característico es la máscara que tradicionalmente es una caja de cartón blanca
sobre la que se hacen los orificios de los ojos y la boca, le pintan pestañas,
cejas, nariz, labios y mejillas de color rojo.
Los instrumentos que acompañan la danza son acordeón de
botones y guitarra o bajo sexto. Esta es una fiesta en la que participa toda la
comunidad, que ansía la llegada de estos días para divertirse y compartir con
propios y visitantes, su querida tradición.