viernes, 25 de diciembre de 2015

Costumbres y tradiciones de Nuevo León

Fiesta de la Santa cruz en Villaldama

Villaldama es un municipio que se  localiza en la parte norte del estado; una de
las celebraciones religiosas más populares y conmemoradas en Villaldama es la Fiesta de la Santa Cruz, realizada del 25 de abril al 3 de mayo.
Se cree que la devoción a la cruz en la que murió Cristo llegó a la zona gracias al misionero franciscano fray Antonio Margil de Jesús, quien recorrió a pie este territorio hacia principios del siglo XVIII.
La posible fecha de inicio de esta fiesta fue 1887; en la ermita se celebró la fiesta de la Santa Cruz por los mineros de la localidad, hubo fuegos artificiales y bailes, el regocijo fue completo. 
La cruz de madera se conserva en una ermita arriba de un cerro y durante las festividades es bajada para iniciar un novenario, que culmina el 3 de mayo con una procesión de todo el pueblo para colocarla de nuevo en su lugar.

Durante la procesión se canta el tradicional himno “Venid oh cristianos, la cruz adoremos”; sin dejar de lado a los cientos de danzantes que vienen de las diferentes comunidades.




A un lado de la ermita se construyó una gigantesca cruz de metal, para cuya fundición los habitantes de Villaldama aportaron objetos.


viernes, 11 de diciembre de 2015

Costumbres y tradiciones de Nuevo León

Los chicaleros de Galeana

En el municipio de Galeana, ubicado al Suroeste del Estado de Nuevo León, se ha practicado por más de cien años esta danza.
Es probablemente la fiesta viviente más antigua de Nuevo León, pues sus orígenes se pierden en el tiempo,
pero sus características son indudablemente reminiscencias indígenas. Las danzas se ejecutan dentro del marco de la Semana Santa, en la Laguna de Labradores, a pocos kilómetros de Galeana.
Una semana antes de la semana santa, "el mayor" o "diablo mayor", se encarga de organizar y enlistar a los participantes de la danza y hacen del conocimiento de esto al juez auxiliar, que junto con el "mayor" vigilará, que en esos días, todo se realice en orden.
A la sazón, los chicaleros se disfrazan con atuendos confeccionados con costales de ixtle y usan máscaras de demonios que desde el miércoles, ellos andan por las calles.
La disciplina marcada para los danzantes es que no deben hablar mientras estén vestidos, dicen ellos "para evitar ser reconocidos", inclusive en esos días acostumbran cambiarse de máscara entre ellos por si alguien, por alguna actitud expresada ya los reconoció. El castigo para cualquier desobediencia es el chicotazo.
La "Vieja chicalera",  es un hombre vestido de mujer y que se convierte en el personaje principal; y “el Federico” que es un monigote hecho de trapos relleno de zacate y que se monta en un burro, de preferencia ya viejo, para jugar con él.
Antes de iniciar la danza se preparan colocándose en dos líneas a las que integran a los niños que deben ir bailando con ellos, y si alguno se sale de la fila es perseguido por uno de los viejos y vuelto a integrarse.

El nombre de "Chicaleros", proviene del "Chical", platillo tradicional de cuaresma, elaborado básicamente con el elote macizo que días antes de esta temporada, deshojan y ponen a secar al sol, ya seco lo desgranan, lo remojan y luego lo muelen en el metate o molino de mano; guisan éste añadiendo chile colorado y especies. Cuando los viejos tienen hambre, llegan a cualquier casa a pedir alimento y la gente les convida de este platillo, por ello se les llama así.
Después de comer vuelven a la interpretación de la danza. "La vieja chicalera", anda al centro del montón de viejos, los que le llevan hombres para que bailen con "ella", acto seguido, con señas le piden dinero al bailador. La cooperación es guardada por la vieja; pero si a ésta le gusta uno de los hombres con los que baila, trata de huir con él y la huída se ve interceptada por los chicaleros que siempre la están cuidando.

Otro momento característico de la danza se aprecia cuando se distribuyen todos en círculo, la vieja se coloca al centro y empieza a interpretar algunos movimientos que los viejos repiten, por ejemplo, el sembrar, el tirar la semilla, el pedir que llueva, etc. Todos estos son actos propiciatorios para las buenas cosechas.
El viernes por la tarde es costumbre que los viejos "hurten" algunos objetos que fácilmente pueden ser reconocidos por sus dueños, quienes al percatarse de esto, deben esperar al día siguiente para recuperarlos por una modesta cooperación.
Cabe Mencionar que todo el dinero que se recoge es destinado para pagar la música de la danza y el baile general.
El sábado por la mañana, se organiza la quema del Federico, personaje descrito anteriormente, que después de pasearlo por las calles amarrado en un burro, le prenden fuego a los cohetes que lleva insertados; después de esto se entregan los objetos hurtados el día anterior. Antiguamente se preparaba un verso para cada uno de ellos que se decía al momento de la entrega. La gente comenta que la quema de este personaje representa, el terminar de esta forma con las preocupaciones, problemas y calamidades.

Por la tarde de ese día, llega el momento cumbre de esta manifestación popular, la vieja debe de conseguir novio y además debe de ser del agrado de los padres, es decir, de todos los viejos chicaleros. Durante un largo rato hay varios intentos de fuga, hasta que lo consigue, la vieja se les ha ido, los chicaleros representan actitudes de duelo y tristeza, se hincan, lloran en silencio y suben y bajan ambas manos, "dicen ellos, para pedir perdón por los pecados cometidos". Mientras los chicaleros desarrollan esta escena, hay una comisión que se encarga de vestir a la vieja de novia con ramo y corona.
Después de un momento, hacen la entrada los novios con el aplauso de todos los concurrentes, hace acto de presencia también, un juez ficticio que es el que realiza la ceremonia entre risas y carcajadas, pues la lectura del acta nupcial es muy chusca. Luego se dejan escuchar los chicotazos en el momento que firman los contrayentes.
Más tarde se lleva a cabo un jaripeo en el que los viejos, ya sin la máscara, montan a algunas vaquillas, toros o becerros y por la noche se realiza un gran baile para todo el ejido, celebrando de esta manera el final de la danza y la apertura de la gloria.

La descripción de la indumentaria de los viejos es la siguiente: Pantalón y camisa de uso común; encima de esta ropa colocan costales de ixtle en el torso, brazos y piernas, los que sujetan al cuerpo con mecate alrededor de las partes mencionadas; cubren su cabeza con una mascada o paliacate y se colocan sobre su
cara una máscara que originalmente confeccionaban con pieles de animales como venado, borrego, chivo o conejo y colocan los cuernos de algunos de éstos animales, antiguamente las había también talladas en madera y pintadas, también se aprecian algunas otras de lámina representando la "cara del chamuco". Calzan generalmente botas. Portan en su mano derecha un chicote que deben saber usar pues hay que sacarle el sonido que provoca la pajuela que por lo común está hecha con ixtle de maguey y que confeccionan ellos mismos; comentan que consideran el mejor chicalero al que truena más fuerte la pajuela.
La vieja, es uno de los mismos danzantes que se viste con ropa común de mujer, peluca, bolsa, medias de popotillo, huaraches y lo más característico es la máscara que tradicionalmente es una caja de cartón blanca sobre la que se hacen los orificios de los ojos y la boca, le pintan pestañas, cejas, nariz, labios y mejillas de color rojo.


Los instrumentos que acompañan la danza son acordeón de botones y guitarra o bajo sexto. Esta es una fiesta en la que participa toda la comunidad, que ansía la llegada de estos días para divertirse y compartir con propios y visitantes, su querida tradición.